Aunque la muerte seduzca mi alma a diario
paseándose en mis pensamientos,
creando un nido de ideas,
ofreciendo la paz que deseo,
garantizando la muerte de mis miedos,
llevándose mi inconformidad ante la vida.
No le daré el placer de anticiparme,
quedaré de pie hasta la última batalla que
tenga con la vida,
hasta que mi cuerpo no soporte una herida más de
guerra,
me iré cuando sea mi hora, cuando el divino me
llame,
cuando sea el día de mi juicio final.
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