De pequeña la muerte me causaba pesadillas y quería ser inmortal,
después entendí que un día me iría de este mundo pero sólo pensaba en las
maneras menos dolorosas de morir, ingenuamente decía que me moriría de una
sobredosis para no sentir (ahora se que es una muerte dolorosa); pasaron más
años y me convencí de que sí iba a morir tenía que dejar una huella y cambiar
al mundo como con un libro, plantar un árbol, tener un hijo, etc, ya tenía el
título de mi libro, "Mi Velda" (risa).. Después de darle muchas vueltas a la
muerte, hoy creo que no me da miedo y que la espero con ansias, pero lo único
que deseo de ella es que tenga sentido, morir por mis ideales.
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