Adición Amor Esporadico - Comidas.

Y no he escrito aquellos otros detalles, de las veces que compartimos los alimentos. Honestamente, no recuerdo el primero, pero recuerdo cuando estaba solo en una esquina viendo todo, estábamos casi solos en el comedor, me acerqué sin pena a comer juntos por cuestión del destino, pero la sensación que recuerdo fue de incomodidad de él hacía mi, me hacía preguntas del porqué comía tan tarde, nadie me hace ese tipo de preguntas  y sentí su incomodidad por acercarme a comer con él. Otra ocasión no se cómo llegamos a estar en la misma mesa, él estaba con un amigo (había alguien más que no recuerdo) y  yo, no sé como llegué ahí, sin embargo disfrutaba de mis alimentos mientras ellos conversaban, mi amigo le platicaba de nuestra clase y él pregunto sobre mis trabajos, sí eran buenos con una ligera sonrisa como queriendo saber de mí en mi cara, acaso no pudo verlos él y después juzgar? Por qué hizo eso? Nunca lo entenderé, solo recuerdo el rostro de mi amigo incómodo por la pregunta diciendo que si por compromiso hasta llegar a la hora del postre, él preguntó algo sobre los postres y yo dije que me encantaba el pastel de la cafetería muy contenta como niña, casi lamiendo el plato muy concentrada, a lo que contestó que tenía un paladar muy corriente, me sonrió, me dijo que tenía pastel en los labios con su sonrisa coqueta (inolvidable), morí de pena y puse mi cabeza en la mesa como avestruz muerta de pena y en el fracaso.

No sé si fue la misma ocasión, pero preguntó sobre una carretera que pasa de Eu a Argentina, y cómo no sabía, minutos después busqué en internet: La panamericana. El me preguntó y no supe, fue un momento muy vergonzoso. 

La última vez que comimos juntos, ya estaba enojada con él y  fue un error; estaba desayunando un amigo de los dos con quién me sentaba regularmente, éramos compás de desayuno; llegué al comedor y nuestro amigo estaba sentado mientras me saludaba, me acerqué para dejar mis cosas, fui por mi desayuno y cuando menos me di cuenta llegó y se sentó, ya había platos aludiendo a otra persona pero no me imaginaba que eran de él, el destino me hizo una mala jugada, y el silencio reinó hasta que llegó una amiga de los tres, ella hablaba mucho, así que desayuné en silencio y me retiré sin más nada.