viernes, 22 de septiembre de 2017

Confesión de una mujer. PARTE 1

Ya no quiero tener miedo,  ya no quiero caminar por la calle cargando culpa.
Por casi 10 años he estado muerta en vida, apuñalada por el machismo pensando que estaba mal, que tenía la culpa.
Por casi 10 años he estado juzgándome con base a la sociedad, pero ya me cansé.

A pocos se los he contado con lágrimas, con sollozos dolorosos llenos de vergüenza...
pero ya no más.
Ya no mas silencio.

Tengo una cicatriz muy dentro de mi que me lástima el cuerpo, mis sueños, qué me dan ganas de vomitar y que aún no lo he sanado, ahora esto que traigo dentro de mi quiere explotar, quiere salir de mi  y no puedo contenerlo más o mi cuerpo estallará. Lo llevo manteniendo guardado en el cobre de mis recuerdos cuidado por guardianes, pero ya no son capaces de negarlo, de conservarlo; ellos me invitan a dejarlo a ir, a soltarlo a decir que nada pasó y que todo está bien, pero no más.

NO ESTÁ BIEN.

Ahora que hay tanta violencia, tanto feminicidio que creo que es el momento de gritar, denunciar y luchar antes de que me encuentren muerta en alguna fosa y pueda mi familia decepcionarse de mi al encontrarme vestida de fango.

A las personas cercanas a mi me dicen que lo deje fluir, que lo olvide, pero insisto, NO PUEDO, algo dentro de mi me dice que no debo y que mi familia y el mundo debería de saber... por si me encuentran muerta por un bastardo que crea que puede hacer lo que quiera conmigo.

Probablemente esto sea un suicidio social, pero más muerta no lo puedo estar - ya he vivido así- y lo que hicieron con Lesby, la chica encontrada en la UNAM, que ha sido asesinada y que la culpan por razones por las cuales nadie debe ser juzgada para quitarle la vida son nulas -me da ganas de hablar mi historia, la historia de muchas-.  La razón por las cuales, en varios países se justifican aún es insostenible y es cuando uno quita la vida del otro. No somos nadie para quitarle la vida a alguien sea lo que sea y más bajo e inhumano es aún justificar una muerte por absurdos argumentos.

Perdóname papá y hermanos por hacerles saber quién soy, puede que les duela, sobre todo por su pensamiento machista, pero siempre he sido una mujer libre, sin prejuicios, llena de sueños, llena de curiosidad. Es difícil asimilarlo, lo sé, porque fuimos criados por un sistema misógino, violento y religioso que hasta para mi ha sido muy complicado desarrollarme, siempre llena de preguntas, de dudas y negación .






No hay comentarios.: