La vida ha cobrado su factura de mis
malas decisiones
y hoy no estás más.
Entrañables momentos de felicidad que
no ocurrirán jamás,
duele recordar y sentir como sí no
pasara el tiempo,
como sí apenas ayer fuera el último
día de los dos.
No sales de mis pensamientos, porque
estas tatuado en el olvido.
¡Sí alguien pudiera darme la droga para
poderte borrar y ya no sentir este vacío!
Pero lo dudo porque fuiste mi destino,
no duró una eternidad como lo hubiera
deseado.
Sin embargo, no imploro tu regreso,
No necesito tu lastima y menos..
menos necesito tus besos que tanto
mendigo,
Nuestro camino fue tocado por la
fatalidad,
y gracias a Dios, hoy ya no eres
indispensable,
ni siquiera un suspiro.
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