En cada amanecer a tu lado,
el manto crepuscular cubre nuestros cuerpos,
testigos del amor de dos cuerpos desnudos,
protegiéndonos de los oponentes de nuestro destino.
Cada despertar juntos es todo un placer,
tu cuerpo dándole calor al mio,
el aroma de nuestro amor,
cubre hasta el más recóndito rincón.
El reflejo de mi cuerpo en tus ventanas del alma,
tan luminosas que hasta parezco un ser bello.
dichosa me siento al ser tu amada,
la bendición que espero conservarla viva.
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