sábado, 12 de septiembre de 2015

Tráfico

Hoy tuve un ataque de estrés en el camión  en la mañana.
Tenía ganas de llorar, mentar madres, golpear a alguien. 
Gracias a Dios, sólo lloré y me revolqué en mi lugar. 
de puro coraje. 

Cabe destacar que soy muy puntual, creo, 
tengo una obsesión con el tiempo y seguridad. 
así que tuve que sacar un cuaderno y pluma 
para poder tranquilizarme. 

Sentía que me faltaba el oxigeno, 
Las manos me temblaban. 
Sólo quería gritar.,... 
maldiciones por mi mente no dejaban de rondar. 

Es inaudito el tráfico en la ciudad. 
estamos en un punto intolerante de flujo de carros.
No es posible que avancemos nada en un minuto y 
tener que llegar al otro lado del camino en 30 minutos.

Malditos todos los carros que vienen con una persona. 
¿Porqué no compartir o subirse a un transporte público?
Entiendo que huelen feo y te toca parado. 
Pero puedes dormir, leer, comer, pensar. escuchar música. 

Esperaba un milagro Dios, 
que abriera los carros, 
como con Moises el mar. 
Pero no me escuchó. 

Culpo al presidente Peña Nieto por todo, 
por la inseguridad, por el mal transporte público,
qué ademas de caro...
inseguro. 

Maldito gobierno nefasto, 
estúpidas regulaciones ineficientes. 

En ese momento deseaba romper todas las casetas, 
lugares claves, donde se embotellan los carros. 
Ganas de romper la ciudad con violencia. 
Destruir sobre todo las casetas,..
que pagamos con impuestos.......
para pagar por usarlas. 

Todos somos unos malditos pasivos, 
sin compromiso, sin pasión, 
sin sed de justicia, sin sed de cambio,. 

Todos los días tráfico, lo mismo, siempre lo mismo,
Siempre el demonio del conformismo. 


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