Me
abrí como un libro y
seduciendo mis versos,
recorriste cada página…
contándote todo mi pesar.
Cual
libro terminado,
me
arrumbaste al olvido.
Intentando, sin gloria...
retomar la historia, sin embargo,
tu aburrimiento fue más consistente.
Sencillo
fue deshacerte de mi,
me
tiraste a la basura.
Pero
tus huellas se impregnaron
En
cada hoja del libro.
¿Cómo arrancarme las hojas, sin
llevarme mis letras?
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