sábado, 2 de marzo de 2019

Anagnórisis de un corazón roto

¡Qué rápido pasan los días del calendario,
y qué lento tus huellas se desvanecen de mi cuerpo!
Por tu indiferencia sé que tu tiempo es distinto,
incluso dudando sí fueron ciertas aquellas noches
silenciosas por el miedo a conocernos.

Hoy lo entiendo y cada día procuro perdonarme
por no saber nada de ti,
por no aventarme al vacío,
por no ser honesta contigo,
ni conmigo.

A pesar del dolor aprendí algo nuevo valioso del amor,
de nada sirve entregar el cuerpo sin pudor,
si no entregas tu alma con honor.

Mis monstruos internos ganaron la batalla,
ésta soledad eterna, te alejaron,
huiste, desde la primera vez que tus ojos
me miraron. Mi rechazo fue pagado con
tristeza que hasta hoy no ha saldado.

Me ofrecí como una más, jugué con fuego
y mi castigo fue darme cuenta, semanas después,
qué me hechizarían tus labios, sin querer.

No hay comentarios.: