lunes, 22 de julio de 2019

Amor esporádico Parte 3

El tiempo pasa y parece como si hubiera sido ayer, y fue una noche,
una noche que vi la oportunidad y no la dejé ir para acercarme a él,
era ahora o nunca, yo estaba con mi amiga y lo vi sentado en las
escaleras solo, no dudé ni 5 segundos en sentarme a su lado dejando
a mi amiga con media historia en la boca, y dije lo primero que se
me ocurrió en la cabeza y era que me pasara música de flamenco.
Durante las semanas de observación, un día en una película que se
presentó de flamenco, dijo que él la escuchaba cuando estaba triste,
eso me mató, y no dudé en comentarle aquella noche lo que
había dicho y que me interesaba escuchar flamenco.
Nunca olvidaré su respuesta "¿Y que me vas a dar a cambio?"
Me quedé en shock, nunca pensé que me contestaría eso, ¿quién
contesta eso cuando te piden música de tu país? yo contestaría,
"¡Claro!"; pero como sólo llevé la música de mi computadora nada
mas contaba con 10 canciones para los 6 meses, las cuales le ofrecí,
pero no pareció contento, se fue, me fui, seguí bebiendo y bailando hasta
que me acerqué a él y comencé a bailar con él, sinceramente
no recuerdo que tanto le decía, yo sólo sé que quería estar con él,
pensé que con el baile tal vez le llamaría la atención, pero
no fue así, insistí una vez, y poco me hizo caso hasta que me alejé,
bailé con una chica de su generación y nos rozamos los labios,
ahí descubrí que quería rozar los de él. Sin pensarlo dos veces
baile una y otra vez haciendo el intento de que me hiera caso,
hasta que estuvimos sentados y como en las veces que estuvimos
juntos me decía "ya tengo sueño, ¿vienes?"y esa noche por supuesto
no tardó en decirme eso pero con una pregunta previa ¿follas?
y le dije que sí, nos subimos a su cuarto.
Su cuarto era maravilloso, era ordenado y estaba tan lleno de él,
que podría pasarme la tarde viendo cartas pegadas en la pared,
buscando lugares en sus mapas, y rostros conocidos en las fotos
colgadas. Pero, nos besamos entre un juego de palabras, en el
cual pensé que ganaría, pero resultó ser un hombre muy inteligente,
nos besamos y abrazamos en la noche, él estaba de una felicidad
incontenible e irracional, estaba borracho, pero no tanto, nunca lo
sabré, pero su felicidad me hacía sentir un poco halagada y
confundida y contenta. Entre caricias, besos y risas, le dije que
andaba en mi periodo, y que no quería tener relaciones, él
no me forzó nada, se portó como un caballero, he tenido parejas
que no les importa y me han obligado, y él con una sola palabra
hizo lo que yo quise.
Dormimos toda la noche abrazados, su piel tan tersa, suave,
y porciones enormes. Jamás olvidaré esa noche.  

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