lunes, 19 de noviembre de 2018

alcohol

Odio beber aquel veneno que me separa de mi misma,
esa bebida no sé sí del infierno... me desprende una parte
de mi, cómo si tuviera una segunda personalidad,
la odio.

Odio cuando sale, con una sonrisa de oreja a oreja,
qué sólo me hace pasar el ridículo, es una impostora,
La detesto más que a nadie en el universo,
¡hipócrita!

En mi sano juicio jamás haría lo que hace ella, y
sé muy dentro de mi que esa no soy yo,
esa qué sale es el reflejo de todos mis miedos que me cargo,
esas inseguridades del día a día.
No es que sea algo que yo sea por dentro, es algo que sale
para poder ser como los demás, porque sobria no lo soy.

Hasta luego tengo una tercera personalidad: el extremo:
la suicida; qué más que eso, es una niña que quiere llamar
la atención, sentirse importante, sentirse la artista maldita
qué jamás será.

Estupideces cada salida,
odio el alcohol,
pero a veces en mis 5 sentidos me siento tan aislada,
qué con un poco de veneno puedo ser como los demás,
(por un instante)
qué al final es una pesadilla...

El origen viene de la no aceptación de mi misma:
de no quererme,
de no aceptarme bruja,
de no aceptarme loca,
no aceptarme enamorada de todos los hombres,
no aceptarme, no aceptarme, no aceptarme..

por que sin bebida son insuficiente
por que con bebida no soy yo... y eso es suficiente






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