Una
voz se escucha profundo de mis pensamientos,
despierta ceguera blanca,
aún hay
esperanza.
Pero no todos nacimos para vivir,
no todos tenemos la fuerza para
querer seguir adelante,
no todos queremos sufrir,
yo no,
me rehúso,
no crezco,
no soy suficientemente inteligente, fuerte, madura, con talento para seguir
adelante.
Sólo hay 3 personas que creen en mí y son mi madre, mi tío y Dios.
Nadie más cree en mí, nadie da un peso para que yo salga a delante.
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