Este
cuerpo cansado y lánguido,
de
la vida,
y
la vida aún no ha pasado por la mía,
temerosa
del futuro,
de
hoy,
de
siempre,
de
ahorita.
Duermo
no por horas,
sino
por días,
y
así me levanto cansada.
No
vivo la vida,
no
vivo,
no
estoy presente,
mi
cuerpo tal vez cansado,
pero
mi alma está enterrada en un calabozo obscuro como mis sentimientos.
Preguntas
sin respuesta,
Nunca,
escribiendo
lo mismo desde hace mas de 10 años.
La
pregunta es:
¿Qué
será de mí?
No
veo un mañana no veo adelante,
sólo
espero la muerte como al esperar mi desayuno.
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