domingo, 17 de octubre de 2021

Tauromaquía

 El día Domigo 10 de Octubre, por fin fui a una corrida de toros por segunda vez. La intención de este encuentro ha sido para vivir una experiencia personal, por una reconexión con mi toro interior. Si, soy tauro, y si, es un cliché. Pero si alguien es un toro soy yo. Ese toro en ruedo, soy yo, que la lastiman por todos lados y a pesar de todo, se levanta y se resiste a vivir. Aùn con el dolor de la existencia y de los pensamientos que me persiguen. Sólo podrían entenderme lo que entienden a Pizarnik o Proust.

Entré de una forma un poco a la expectativa, para entender que pasaba en ese festival tan sanguinario. Había momentos en los que pensaba ¿Cómo los españoles sintieron aberración por los rituales aztecas, si ellos hacen lo mismo con los toros? Incluso, es más abominable su ritual. Ya lo explicaré más adelante. 

Tenía días que tenía planeador ir, pero no me compraba el boleto en internet, no estaba segura si iría, si tendría el valor de enfrentarme a esa celebración que me genera repulsión. Sin más, el domingo me llevé mi cámara y caminé hasta el lugar llamado "Las ventas". Había tanta gente, puestos, vendedores de boletos de reventa, esto ya que el Covid poco a poco se ha ido controlando. Me dirigí a las taquillas para comprar boletos y me quedé anonadada al ver que ya no había boletos, No sé porqué en mi cabeza pensé que no iría tanta gente. Para mi sorpresa ya no había. En ese momento en que me quedé parada viendo como gente relamente iba, pasó un señor vendiendo un boleto, por suerte pude comprarlo. No juntaba lo que pedía, pero pude darle la mitad. Me alegro no haber tenido todo el dinero, porque era hasta arriba, con el sol en la cara, pero no importa, aunque si voy en otra ocasión (Qué lo dudo), sería para filmar el sufrimiento/lucha del toro ante la muerte proveniente del poder. Otra reflexión que explicaré más adelante. 

Total, entré y me sentí en una epoca y españa disitnta. Personas disfrazadas, gente que no vería en otro lugar que en la zona más rica de España, personas realmente elegante. En cierto momento, me sentí Jack entrando al titanic, cada vez que iba preguntando sobre donde está mi lugar, me di cuenta que tenía que subir hasta el tercer piso. Ahí, me sientí que iba hacia la tercera clase, ahí, la gente era distinta. Un par de españoles perdidos, pero donde estaba yo, estamos los extranjeros. 

Era una fiesta como cuando uno va a ver el americano o el futbol. La verdad he ido a esas celebraciones muy pocas veces, es la segunda vez que compro boletos para algo así. La primera fue cuando llevé a mi papá a ver el baseball in NY, Le compré lo mejor (tenía dinero y trabajaba). Ahora, sufro de dinero, (¿me gustan apoyar con algo?). Bueno, esta vez fue la segunda vez y por decisión propia. las demás veces he acompañado. Cambiando el tema, llegué a mi lugar y me percaté de mi entorno. De un momento a otro entraron al ruedo unos caballos e hicieron presentación de algo que no tengo idea. 

En fin, pasaron al primer toro. Lo vi, desde la distancia era diminuto, así como torero. Sin embargo, el toro se veía poderoso. El todo entró corriendo, sin saber a donde entraba. Entre otras personas lo torearon, lo marearon, lo cansaron, no fue mucho, tal vez 5 minutos, y entró una caballo con protección, los ojos vendados, y un tipo disfrazado con una lanza, viaje a la edad media. El toro iba de un lado a otro. Esto con el fin de acercarlo a uno de los caballos (eran dos). Y cuando se acercó el toro, le enterró la lanza. Salieron y entraron otros toreros. Yo estaba impactada, la gente aplaudía mientras yo me retorcía en mi asiento. No entiendo la celebración al dolor. En fin, entraron otros toreros, yo creo como de segundo nivel, entraron a seguir toreando al toro, de repente lo apuñalaban con unas lanzas que le colgaban al toro decorativas. Se escondían. El toro iba contra ellos. EL toro no se rendía, era una lucha del toro por sobrevivir. En eso entra un torero, parado, con poses, con una valentía asquerosa ¿A ver si así entraría con el toro sin ningún daño?. En fin, burlándose de la vida, de la naturaleza, de la fuerza. Igual, marean al toro, hasta que en cierto punto, le clava una espada al toro. La verdad el primero dije "No" mientas me retorcía en mi asiento. Cabe destacar que de mi lado derecho, estaba una familia francesa con 3 niños, a la izquierda una pareja de latino. Los latinos y no conversamos poco, se dieron cuenta como me puse, la chica no estaba igual que yo, a ella le gustaban las corridas, pero dijo que lo que vio era una brutalidad. Yo no sé si creerle. Me quise salir también, pero no pude hacerlo. Yo tenía que vivir esa experiencia. Mientras yo lo veía le escribía a mi madre para que me dijera que era lo que yo había vivido la primera vez que me había enfrentado a un acto así. Yo recuerdo mucho,  que llegué a verlo en la tele y gritaba "Ole""Mole" y me daba mucha risa, y supongo que pensaron mi padres que sería una buena idea llevarme, igualmente era una niña, pero me contó mi mamá que lloré. Así que le insistí que le preguntara a mi papá, ya que él recuerda todo, pero no lo dice. 

"Dice tu papá que tenías como 6 años y lloraba y cuando iban a matar al toro gritaste no !  No !! Y la gente voltio a verte y tu papá   te decía que no lloraras y que finalmente nos salimos" Bueno, yo me quedo con eso, pero ahora que estoy releyendo escribió después "Dice que no nos salimos que te tapas te los ojos" La idea, es que no lo disfruté y lloré. Pues así estaba ahora. No me salí, aguanté mientras reflexionaba sobre esa situación. Yo quería ver algo ahí, se que estoy conectada con los toros. Como mencioné al principio soy Tauro, y a veces siento que tengo heridas en mi alma que a veces no me dejan levantarme de la cama, o tener una vida normal ¿qué es una vida normal?, o tener una pareja o simplemente disfrutar la vida.  

Así paso con el segundo. La misma dinámica, sólo que este toro cómo que no sabía, estaba perdido, sacaba sangre por la boca por varios minutos, fue espantoso. Hasta que se cayó. No podía creerlo. A lo lejos vería como respiraban los toros, y seguían de pie, luchando contra uno, contra otro, hasta encontrarse con la muerte. 

Pasó el tercer toro. Lo mismo. Ahora, creo que al encontrarse el toro frente a su destino, que es la muerte, así como la de todos. Se escucho en el silencio de ese ruedo un grito "Viva España" un grito que era para erizar la piel. En ese momento entendí todo, entendí el poder, la simbología. En el toro vi a toda latinoamerica, burlada, masacreadad, luchando, mientras que el otro, qué no es nada, que no es nadie, que es un débil, qué necesita de herramientas y otras cosas para debilitar a la fuerza. Se yergue, con prepotencia y soberbia inmerecida. Una lucha desigual, entre la naturaleza y el poder. Hasta que vence el poder. En esta ocasión, pensé en todos los conservadores que apoyan pensamientos de la conquista, del poder español y tonterías que vienen sustentadas en esta fiesta que justamente es en Octubre. 

¿Qué pasaría si vieran el festivo desde otra prespectiva? Al principio, morirían más toreros, por lo que se cancelaría. O se reduciría a uno. En algún momento pensé. Toda mi niñez me dijeron que con la comida no se juega y aquí lo hace. Yo entiendo, no soy vegetariana, como carne (rara vez), entiendo la cadena alimenticia, pero ¿por qué no tener una muerte digna?  Por ahí escuché a una persona como mencionar que no importaba, que había más toros para matar. En ese momento pensé en la insensibilidad en la que vivimos. Si ese toro ha crecido para morir y alimentar a otros, ¿porqué no darle una muerte rápida? ¿por qué disfrutar del dolor de los toros? 

En fin, no recuerdo sí era el cuarto o quinto, he perdido la cuenta, sólo sé que era el penúltimo toro que había salido al ruedo. Con este toro en especial tuve una conexión. La misma metodología, sólo que este, no sólo se levantaba y se aventaba, sino que se veía enojado, movía su pata derecha del frente y raspaba el piso, lo hizo varias veces, de repente mi mirada se concentraba en su respiración. Y ahí me vi yo. Siendo ese toro, que se levanta, enojada con el mundo, que no quiere morir, luchando con lo que está enfrente. Si, no quiero morir. Y lo reafirmo, por que muchas veces me digo a mi misma que mejor es morirme, aventarme, desaparecer, no existir. Y esos pensamientos de fracaso también duelen. Y ahí me vi en el toro, en el centro, corriendo de un lado a otro, tratando de entender que es la vida, qué hago aquí, y en ese momento entendí que eso es la vida. Luchar hasta morir, pero morir de pie. No pienso rendirme, iré hacia delante. (Aunque duela, como duele que no haya alguien que me ame, que quiera compartir conmigo su vida, que me comprenda en estas intensidades, en esta vida). En este viaje mental estaba llorando a mares en mi lugar. Estaba tan sumergida en mi misma. De repente sentí las miradas de otros, pero no me importó. Es un acto brutal. 

Los aplausos, toda la fiesta, la gente celebrando, no la muerte, si no la violencia contra el cuerpo y fuerza de la madre naturaleza. Por estas razones estamos como estamos. 

Sí alguien me pregunta, ¿qué es la vida? Te respondería que fueras a una corrida de toros y que te posicionaras en el lugar del toro, no del torero. A todos nos preparan en el crecimiento con la alimentación y los estudios si nos va bien. Si no, entras directo al ruedo. Ahí, en medio, sin saber que va a pasar, sin saber que vamos al camino de la muerte todo el tiempo. Nunca estamos conscientes de eso. Así que, de repente, te salen planes, caminos, ideas, y uno los persigue, podrían ser sueños. No lo sé. A veces vas hacia ellos, logras algo, a veces nos apuñalan, nos traicionan, nos perdemos. Y no queda de otra que levantarnos una vez más, así, todo el tiempo. Esos 20 minutos se convierten en años. Y luego, todo hérida una se levanta viendo a lo lejos algo, el destino, la muerte, y uno sigue luchando, creyendo que habrá vida. Lo hay, son minutos para el toro, son años para algunos, o meses o días. No lo sabemos. hasta que en un instante nos dan el golpe de gracia. A veces te quedas pasmado, a veces luchas. ¿Si la vida fuera una analogía de los toros, por qué no buscar una mejor forma de vivir? ¿por qué tenemos que estar luchando constantemente. 

Es cansado. Yo estoy cansada. A veces tanto que no puedo levantarme, que ya no quiero ni sentir, o que mi cuerpo pesa. En fin, lo he aceptado. 

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