domingo, 17 de febrero de 2019

Trance

La tristeza se manifestó como una lava loca desgarrando la piel.
El alma hervía por todas partes del cuerpo, en cada vértice,
en cada artería, la fuga, la energía.
En ese momento quería plasmarse en la todas partes,
esa alma quemada,
Cerraba los ojos y me desconectaba del lugar, me iba al centro,
al magma de la obscuridad, sólo escuchando una voz:
juzgadora, reprochadora.

No estoy loca en lo que siento,
por primera vez sentí mis emociones conectadas a mi cuerpo,
a esta materia que se pudre todos lo días.
Necesitaba bailar y sacar un poco de lo que me carcome,
ese pensamiento.

El corazón palpitaba tan fuerte por la opresión del pecho,
que al poner mi mano sobre el, era como un
estetoscopio cantando al son de mi compás,
con mis respiraciones pesadas,
y lágrimas brotando junto las manos sudando,
todo el líquido interno.

Tanta energía para crear,
sentí la necesidad de escribir,
de crear, crear, crear..
y querer gritar hasta los polos,
un grito de moscas..




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