Fui a un recorrido a un centro de arte contemporáneo en Madrid. Nos citaron a las 5 y llegué justo a tiempo, de hecho tenía tanto tiempo de sobra que fui antes a ver una ofrenda de Mexico para recordar mi cultural. En fin, llegué y nos dieron unos audífonos, llegaron todas las personas. Y no era la única que había llegado sola, había otras dos mujeres. Me parece muy grato no verme sola. Total, comenzó el recorrido, nos contaban como se había transformado desde 1600's (no recuerdo la fecha exacta), pero conforme caminábamos por los patios del centro, nos narraban cómo la guerra, el clima y la historia había transformado esas instalaciones. En un momento nos pusieron en fila y uno de los artistas comenzó a hacer un performance después de hablar de cómo el cuerpo se transforma, haciendo una analogía hermosa. Y yo pensaba como durante todos estos años trataba de reconstruirme de las cenizas. Después hablaron de la memoria, y como ella se relacionaba con el cuerpo. Al final todos comenzamos a caminar y relacionar nuestro cuerpo con nuestra memoria, por ejemplo, al caminar vamos recodando y entre más rápido olvidamos y al parar recordamos. Ahí me quede pensando en toda la razón. Cuando salgo a correr o quería evadir alguna emoción me ocupo, en la universidad cuando terminé una relación de años, hacía ejercicio para olvidar, y asi me pasa ahora. Cada vez que estoy triste trato de engañar a mi mente para no sufrir, pero creo que también es bueno dejar que esa emoción para por el cuerpo para que drenarla. Así estuve el Sábado, acostada, llorando, sientiendo que me moría de tristeza, tenía que drenar toda esa tristeza que me invade el saber que el amor de mi alma no quiere nada conmigo. Yo no sé la razón, sé que no soy la mujer perfecta, pero lo quise tanto, tanto como a ninguno. De verdad no creo que me vuelva a pasar. Aunque saca lo peor de mi, mis ganas de casarme, de tener una familia, de soñar despierta. Él es el único hombre que me ha hecho entregar todo de mi con los ojos cerrados, aventarme al vacío sin importar nada, el único que me hacía sentir segura solo con su cuerpo o pensar que está cerca. ¿Cómo le hago para vivir con mis ruinas después de su partida de este cuerpo del que no puedo escapar?
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