Helo, presencia gélida
perece en mi subconsciencia
tu ápice bermejo recorrió mi cuerpo
conociendo la cosmogonía en el espasmo.
Una vibra estridente
en las entrañas, la conmoción
de no tenerte en el vaivén de los días
tus recuerdos ciernen el aire lúgubre mi penitencia.
perece en mi subconsciencia
tu ápice bermejo recorrió mi cuerpo
conociendo la cosmogonía en el espasmo.
Una vibra estridente
en las entrañas, la conmoción
de no tenerte en el vaivén de los días
tus recuerdos ciernen el aire lúgubre mi penitencia.
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