miércoles, 25 de julio de 2018

Posesión


Odio que me guste alguien, 
se vuelve mi obsesión 
no dejo de pensar en él
en historia que no son. 

Realmente sé que no, 
pero aún mi otra parte se crea historias, 
ilusiones, 
comienza a buscar patrones de conducta 
para desifrarlo.

Odio que me pase, 
lo relaciono con el sentimiento que tuve un día
con un encendedor que era un reto usarlo, 
trataba de prenderlo una y otra vez hasta lograrlo, 
comenzó a ser enfermo y hasta fumaba más con tal de sentirlo, 
sentirlo en mi nuca,
para desplazarse por todo el cuerpo. 

Así, 
así me siento cuando me gusta alguien, 
sólo que el encendedor estaba en mi poder, 
gracias a Dios las personas no.

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