martes, 7 de febrero de 2017

Platón

Querido amor idealizado e idiotizado:

¿Seré yo la idiota al creer que eres perfecto o tú por ignorarme? 

Tal vez me quieres tanto como dices, pero como amiga, pero, pero, pero...  muero por tus besos apasionados que nos dimos a escondidas de bajo de las escaleras como dos niños pequeños haciendo travesuras.

¿Acaso hacíamos algo malo? 

No, si, no, si.. si... si... me divertí, lo disfruté y lo revivo cada vez que cierro los ojos. 

¿Acaso seré exigente al querer más? 

SI, SI.... Sí ya estaba embriagada de alcohol aquella tarde, me remataste con tu sudor, con tus manos recorriendo mi cuerpo, con tus gemidos que aún escucho en las noches y me erizan la piel. 

Vuélveme a tomar con tus besos, succiona la miel de mis pechos que tanto te hizo perder el control. 
Embriaguemonos juntos.
Otra vez.
una 
y otra.
Hasta perder el conocimiento. 

¿Acaso fui la única que lo vivió? 

Te sentí, sentí tu deseo, tu cariño, tu ternura, sabes que podemos divertirnos, quizá algún día amarnos. 

¿Porqué me ignoras? 

Sí me besaste con ternura,
sí casi arrancas mis labios para no olvidar esa tarde.....

Han pasado semanas y aún creo que puedes llamarme....
pero mi teléfono no suena. 









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